Las cáscaras de los espárragos se deben a sus largas fibras extremadamente duras y resistentes al desgarro. Con el procesamiento adecuado se puede producir un material similar a la madera, que consiste enteramente en cáscaras de espárragos, ya que no requieren ningún tipo de aglutinante debido a sus propias propiedades de adhesión. Las fibras largas permiten un alto grado de flexibilidad y estabilidad. A pesar de su robustez, el material puede disolverse fácilmente y volver a su ciclo natural.