Perfumes, colores y recuerdos hoy convertidos en piel. Tejido que sostiene, conecta y resignifica lo vivido y los ciclos. Cáscaras y restos de lo consumido durante la cuarentena se vuelven una segunda piel transformando el pasado sembrado y despertando en una nueva vida. Cubrirse de momentos significantes, llenarse de ellos y tomar el poder de todo aquello que constituye nuestra esencia. Hilvanes que generan nuevas constelaciones. Revalorizar es una manera activa de reciclar y resignificar no sólo materiales sino nuestra historia. Perdurarán lo que la naturaleza dictamine.