El proyecto propone rehabilitar la fachada actual de la universidad con un material ecológico y orgánico llamado "micelio" que se obtiene de las raíces de los hongos. Los paneles modulares a base de micelio se podrán abrir y fijar según las distintas necesidades. La flexibilidad del diseño fomenta el dinamismo y permite que éstos cambien respondiendo a los diferentes ángulos de incidencia solar y a las variables climáticas que se dan a lo largo del año. Dado que crece y se desarrolla como un organismo vivo, la propuesta pretende explorar el micelio como alternativa biodegradable a los materiales de construcción tradicionales.