Un envase convertible hecho de pulpa de fibra de plátano, que después de proponerse como una cáscara protectora para las delicadas bombillas LED, se convierte en una lámpara en sí misma, reduciendo los residuos y germinando bellas experiencias de los usuarios. El producto sirve para múltiples propósitos en múltiples ciclos de vida, eso también sin dañar nuestro planeta. En su segunda etapa de vida, sirve como protección para la bombilla LED, luego como lámpara, y cuando el usuario decide tirarla, es biodegradable con una semilla colocada de forma segura dentro del diseño con la esperanza de generar nueva vida de nuevo.