El TrashBoom es una barrera flotante para atrapar los residuos de plástico en los ríos y evitar que lleguen a los océanos. Los materiales de origen local permiten una fabricación rápida e impulsan las economías locales al tiempo que sensibilizan a la sociedad. Así se ahorra tiempo, dinero y emisiones, ya que no hay transporte marítimo. También aumenta la escalabilidad, lo que hace que la solución sea viable cuando se trata de plásticos de muy bajo valor y no reciclables en las vías navegables. La automatización y la complejidad minimizadas crean puestos de trabajo y garantizan un mantenimiento y una reparación sencillos. Los planos de código abierto permiten la reconstrucción y crean un impacto global.