Con los tiempos en que nos encontramos es más importante que nunca encontrar consuelo y comodidad en la naturaleza. Queríamos llevar la esencia de una pradera alpina a un marco biodegradable sostenible e impregnarla con los mundialmente famosos cristales Swarovski. Yendo un paso más allá, queríamos asegurar también la salud de nuestros usuarios haciendo que nuestros casos se certificaran como autodesinfección por un período de hasta dos años asegurando una experiencia verdaderamente única de la Naturaleza.