NatureBricks transforma las fachadas de los edificios en ecosistemas, creando hábitats para murciélagos, aves, insectos y plantas. Al adoptar el biomimetismo, el diseño promueve la simbiosis entre las estructuras urbanas y la naturaleza, fomentando la sostenibilidad a través de microambientes autosostenibles. Los ladrillos modulares están diseñados para integrarse perfectamente en las fachadas de los edificios, y cada uno de ellos tiene una función única: ofrecer refugio a los murciélagos, recoger guano como fertilizante natural y favorecer el crecimiento de las plantas. Estos muros vivos combinan la arquitectura con la naturaleza, transformando los tradicionales ladrillos holandeses en ecosistemas vitales.