Phytosphere presenta un nuevo mecanismo de simbiosis entre una comunidad vegetal interdependiente y que se mejora mutuamente. Seis híbridos planta-máquina, que son controlados por la "inteligencia" de las plantas, están dotados de nuevas capacidades para que las plantas tomen la iniciativa de explorar y ajustar su propio entorno y desarrollen su propia identidad. Como especulación radical, el proyecto se considera una estrategia innovadora para la evolución de las plantas y un desencadenante provocador que suscita una reflexión crítica sobre el papel y la supervivencia de las plantas en un mundo en constante expansión creado por el hombre.