De los 24.200 millones de pares de zapatillas que se fabrican cada año en el mundo, el 97% acaba en un vertedero o incineradora, lo que significa que sólo el 3% de todas las zapatillas tienen una segunda vida. Además, teniendo en cuenta que los recursos de nuestro planeta son limitados, el impacto de la industria de las zapatillas sobre el planeta y las personas es devastador. Estos hechos irreversibles nos impulsan cada día a crear un calzado verdaderamente sostenible, totalmente ecológico y vegano, fabricado con materiales reciclados y certificados, y producido bajo circunstancias éticas (UE). Con nuestro programa ReBirth recogemos nuestras zapatillas Komrads desgastadas y las utilizamos para producir nuevas materias primas.