La industria de la tela vaquera, que es una de las más contaminantes, se enfrenta al enorme problema de los pequeños residuos de tela vaquera. El 12% de la tela vaquera se desperdicia sólo en la mesa de corte de un pedido enviado. A diferencia de las grandes yardas de tela vaquera, los pequeños residuos de tela vaquera (residuos de corte y lavado, lodos, fibras en los extractores, etc.) entran en los vertederos y en los cursos de agua. La idea es recoger todos estos pequeños residuos para fabricar productos vaqueros comprimidos y acabar con la contaminación del aire y del agua, y con las emisiones peligrosas que provocan los vertederos. Estos paneles pueden adoptar cualquier forma y, por tanto, son muy versátiles para el diseño de productos.