Las estrategias de biodiseño inician un replanteamiento en la sociedad y contrarrestan el creciente consumo de productos de corta duración. Este proyecto se basa en los hongos, cuyas hifas (finos filamentos en forma de raíz) penetran y conectan en red las sustancias orgánicas para su consumo. La totalidad de las hifas forma el micelio: una red a partir de la cual se crea un material nuevo y estable. Un recipiente de tela cosido como un tubo define el crecimiento en forma de hifa. Todos los materiales utilizados en el proyecto hacen innecesarios los complejos procesos de reciclaje y pueden compostarse de forma ecológica.