Esta invención propone un enfoque novedoso al utilizar la energía corporal para generar electricidad. El concepto consiste en instalar bicicletas estáticas en estaciones urbanas, lo que permite a los usuarios convertir su esfuerzo físico en electricidad. La energía generada se almacena en las tarjetas ciudadanas de los usuarios, que pueden utilizarla para diversos fines, incluido el transporte.