Con la tecnología e.quikk para conectar las celdas individuales de la batería para formar un sistema de baterías, podemos fabricar sistemas de almacenamiento de energía sostenibles. Cada célula individual de la batería puede ser montada y desmontada sin ningún daño porque no se requiere ninguna soldadura en el llamado "embalaje" de los paquetes de baterías. Gracias a esta innovación, cada célula individual puede reciclarse o utilizarse en una aplicación de segunda vida y los componentes de la batería pueden reutilizarse. Las aplicaciones típicas (1ª vida) son las microrredes, la infraestructura de carga, la suavización de la red y la reducción de picos.