Es sencillo de explicar en pocas palabras. La pasión por reutilizar material, crear valor donde otros ven desperdicio. Me encanta. El producto en cuestión es una lámpara. Puede ser utilizada en interiores, por cualquiera que busque una iluminación selectiva. Lo interesante es que se compone en un 90% de material que fue a parar a la basura tras su primer uso. Sin valor, olvidado. Tomar ese material y ponerlo en uso de nuevo, con una nueva cara. Madera sin valor y gran parte de ella Krion. Darle su forma definitiva con calor y adaptarlo al producto final. Qué trabajo tan interesante. Me da mucho placer.