El proyecto Re-Lax es un buen ejemplo de prolongación de la vida útil de los materiales. Los productos se fabrican con dos tipos de plásticos desechados procedentes de dos empresas distintas. Los fuertes cinturones de poliéster para la superficie de los asientos proceden del puerto de Luka Koper, donde se tiran 22 toneladas al año. El segundo material de poliéster es el fieltro. Se desechan hasta 1800t al año, que se envían a una planta incineradora. Mediante el proceso tecnológico del termoformado, el fieltro se remanufactura en una pieza principal de construcción rígida: el panel perfilado. El mobiliario urbano es modular y está diseñado para ser desmontado. Cada pieza es sustituible.