El proyecto consiste en un nuevo concepto de envase de "noodles in a cup" centrado en la reducción de la huella de carbono en el transporte. El envase tiene una importante conexión con el diseño y las artes visuales. Inspirado en la cultura moderna de Asia Oriental, la marca establece una conexión con un público joven y creativo. Con la aplicación del método de origami de Kresling, el envase mantiene una masa reducida en el transporte y un apilamiento más fácil. Cuando se compra, se expande para ser consumido posteriormente. Además por sus materiales es totalmente compostable, "de la estantería a la tierra".