El poliéster ya se encuentra en dos de cada tres prendas de vestir. Pero mientras la demanda mundial de fibras sintéticas sigue aumentando, su producción consume valiosos recursos. ¿Pueden los organismos vivos ayudarnos a poner en marcha estrategias de reciclado de fibra a fibra y a desarrollar ciclos de materiales sostenibles? El Break-up Lab investiga el potencial de la degradación enzimática de las fibras de poliéster en textiles usados y desarrolla prendas reciclables. El Break-up Lab también está creando una infraestructura transparente para la recogida de textiles usados.