El tubo de compostaje micelial se elabora a partir de residuos generados durante el cultivo del olivo. El compost de olivo recogido dentro del tubo se procesa con hongos micorrícicos, hongos de podredumbre blanca y otros agentes para descomponerlo en materia orgánica, que sirve como fuente de nutrientes. El tubo biodegradable utiliza un método de fertilización circular, integrado con CRZ para establecer una simbiosis micorrícica. Esto aumenta la absorción de nutrientes, mejora la estructura del suelo y aumenta la resistencia al estrés medioambiental. Durante las etapas del olivo, pueden añadirse agentes microbianos o residuos vegetales para satisfacer las distintas necesidades de nutrientes.