El cartucho de bicarbonato sódico es un producto sanitario esencial para el tratamiento de hemodiálisis. La hemodiálisis es un tratamiento que salva la vida de los pacientes que padecen una enfermedad renal terminal. El cartucho es desechable y de un solo uso. Es un dispositivo pesado (~0,8 kg) y delicado, lo que lo convierte en un desagüe para el medio ambiente desde el punto de vista del transporte. Mi equipo y yo hemos desarrollado y patentado un nuevo e innovador diseño de absorción de impactos que permite que el dispositivo sea considerablemente más robusto. El resultado es que se necesitan muchos menos contenedores en todo el mundo para hacer llegar estos dispositivos a los pacientes.